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Manejar las emociones surgidas por el Covid-19

manejar adecuadamente las emociones surgidas por el coronavirus

La necesidad sanitaria de permanecer en casa y no tener contacto físico con quienes no viven con nosotros ha supuesto un gran cambio en la rutina de casi todos.

Al temor a contraer la enfermedad, a contagiar a otros, especialmente a los más vulnerables, al dolor de perder personas queridas y el miedo por el devenir de una pandemia que aún no sabemos cuándo acabará, se le unen las emociones desagradables por la imposibilidad de hacer una vida normal, de salir a la calle, reunirnos, acudir al trabajo salvo excepciones, sentimientos de soledad y ganas de ver a la familia; por no hablar de la inseguridad que muchos sienten por las repercusiones laborales y económicas.

Son muchos factores que nos hacen sentir un millón de emociones que si se pasan de intensidad o no se ajustan a la realidad, o nos invaden muchas horas al día, pueden sobrepasar nuestros recursos de afrontamiento.

Y un factor tremendamente importante es la sensación de falta de control: este confinamiento es impuesto (lo acatamos con responsabilidad, pero nos obliga la situación), y además no se sabe hasta cuándo. Esto hace que sintamos que no podemos hacer mucho más que esperar, que no podemos elegir nuestro futuro más cercano, y nos puede generar angustia no poder tomar decisiones. Pero esto no es así, y de qué actitud tomemos va a depender nuestra estabilidad emocional durante la cuarentena.

Conviene aprender a autoobservarse y manejar lo que sentimos. Las emociones son inevitables y naturales, pero aparecen según lo que estemos pensando, así que hay que revisar nuestra manera de interpretar lo que ocurre, y tratar de ser lo más objetivos posible.

 Evalúa lo que piensas para controlar lo que sientes.

Emociones adecuadas

Reacciones que podemos tener

Cómo evitar que nos desborde psicológicamente

Miedo al contagio y sus repercusiones

Tomar medidas de prevención indicadas por las autoridades sanitarias

Evitar la sobreinformación y sólo atender datos oficiales

Distraer la mente y no rumiar demasiado el tema

No plantearte situaciones hipotéticas dramáticas

No entrar en pánico

Frustración por el cambio en la rutina cotidiana

Valora que las personas somos muy adaptables y podemos hacer muchas cosas en casa, aunque estemos limitados.

Impotencia ante una situación que desborda la capacidad habitual de las personas y las instituciones

Tanto las personas como las instituciones tenemos más capacidades de las que necesitamos usar a diario. En situaciones de emergencia sacamos fuerzas y habilidades que nos ayudan a salir de ahí. Confía.

Enfado por las implicaciones personales y sociales, económicas y sanitarias

Entender que todo esto ha sido involuntario e imprevisto, y que tanto las personas como las instituciones vamos tomando las medidas según se va desarrollando la situación.

No es algo deseado ni agradable pero nos recuperaremos.

Impotencia

Aceptar que no podemos solucionarlo todo. Plantearnos con realismo lo que sí se puede hacer y no plantearnos imposibles.

Incertidumbre

Es una situación novedosa por su magnitud mundial, pero no es peor que otras que se han superado. No conviene plantearse escenarios futuros desconocidos, sino centrarse en lo actual y controlable.

Tristeza

Siguiendo las indicaciones anteriores no caeremos en la desesperanza.

Aburrimiento

Buscar en qué ocupar cuerpo y mente para que no sea más que un rato pequeño y no caigamos en la apatía.

Ansiedad por no poder salir de casa sin motivo justificado

Entender que es una medida necesaria pero temporal y que la calidad de vida dentro de la casa depende de la actitud que tomemos.

Angustia general

Intenta valorar con realismo y calma toda la situación en conjunto, no sólo la parte que más te obsesiona, y después trata de distraerte y buscar pensamientos y sensaciones que mejoren tu ánimo.

la mejor prevención es mantener distancia y lavarse la manos con jabón antes de tocarse la cara

Las fases psicológicas ante un gran estresor médico

INCREDULIDAD – NEGACIÓN (con riesgo de conductas potencialmente peligrosas) – SHOCK/MIEDO/PARALIZACIÓN – ACEPTACIÓN (tomar medidas)– ADAPTACIÓN

 

Reacciones que pueden derivar en problema y cómo ajustarlas

REACCIONES DESAJUSTADAS

CONVENTIRLO EN PENSAMIENTOS AJUSTADOS

Leer continuamente noticias, comentarios, etc. sobre la pandemia.

Dedicar un par de momentos al día para actualizar la información y sólo de fuentes fiables, oficiales.

Estar continuamente irritado/a y discutir por pequeñeces, descargando la ansiedad y miedo en la familia o pareja.

Aceptar las emociones que se están sintiendo, entender que es complicado para todos y tratar de hacerlo más llevadero para todos. Buscar maneras asertivas de expresar lo que sentimos y pedir ayuda y comprensión, o estar solo/a si así me calmo mejor.

Bloquearme por la intensidad de las emociones de miedo, ira, ansiedad, angustia, tristeza, enfado, culpa… Sentir taquicardias, ahogo, tensión muscular, …

Buscar un planteamiento más objetivo sobre la situación; distraerme y no dejarme llevar por el circulo vicioso. Reducir las emociones molestas a momentos puntuales y más ligeramente.

Hablar sólo de esto con cualquier persona con la que interactúe.

Comentar sólo lo más destacable y novedoso, y recordar que hay miles de temas de los que se puede hablar para sentirnos conectados. La vida, incluso recluidos, sigue siendo mucho más que el Covid-19.

Tener problemas para conciliar o mantener el sueño.

Buscar lo que me inquieta y valorarlo racionalmente. Hacer ejercicios de relajación y entrenar el pensamiento positivo. Hacer ejercicio y estar ocupado durante el día, y pensar en imágenes y situaciones relajantes y agradables al acostarnos.

Creer que esta situación va a poder conmigo, que es lo peor que me ha pasado y que no hay solución.

Valorar la situación con realismo: es anómala y difícil, pero estamos poniendo medios y juntos seremos capaces de recuperar nuestra vida cotidiana.

Sentir que voy a enloquecer por estar tantos días encerrado/a.

Miles de personas pasan meses y años encerrados en lugares más pequeños y desagradables (cárcel, campos de concentración, o barcos o lugares de trabajo remotos) y sobreviven.  Tu situación es muy privilegiada y además es temporal, estás comunicado/a con el mundo y tienes apoyo.

Para qué arreglarse, ducharse o limpiar la casa si nadie va a verme.

En poco tiempo volveremos a la normalidad y te costará más si te has descuidado este tiempo.

No te abandones, es por ti por quien debes mantenerte aseado/a, comer sano y no por ansiedad o aburrimiento, no caer en excesos con la bebida o tabaco, hacer algo de ejercicio diario, mantener la mente ocupada…

Y si puedes, aprovecha este periodo excepcional de mayor tiempo libre para hacer todo eso para lo que no sacabas tiempo.

No todo es malo

Recuerda que esta situación es temporal, tenemos recursos personales y sociales para afrontarla y no tienes que pasarla solo/a. Hay apoyo profesional y colaboración social para quien lo necesite.

Incluso en los peores momentos se pueden encontrar aspectos positivos

  • Aprender a gestionar el tiempo
  • Conocerse mejor a uno/a mismo/a y a la familia
  • Establecer buenas costumbres alimentarias y de ejercicio físico
  • Recuperar o mejorar relaciones
  • Disponer de tiempo para aquellas cosas que antes teníamos que ignorar
  • Aprovechar para aprender cosas nuevas
  • Poner en Valor lo que verdaderamente importa y apreciar lo que tengo.

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