En nuestra vida actual, es innegable el volumen de tiempo que muchas personas dedican a las redes sociales y podemos observar ciertos cambios en la manera que tenemos de relacionarnos con los demás, incluida nuestra pareja.
La mayoría de las parejas se comunican también a través de redes sociales diariamente ya que suponen una valiosa herramienta para mantener el contacto: inmediatez, rapidez, poder contestar cuando sea conveniente, envío de imágenes, audio, vídeo, enlaces varios…
Por otro lado, algunas redes sociales suponen un “escaparate” para el mundo, en el que mostramos públicamente las cosas que queremos de nuestra vida y relación. En este caso, además, intervienen el resto de personas que pueden acceder a este contenido, como observadores, reforzadores, a través de los “likes” o participando con comentarios.
Se da, de esta forma, un entramado de relaciones, que van desde lo más privado (mensajería instantánea) hasta lo más público (Instagram…).
Cómo afectan las redes a la comunicación en la pareja
Este medio de comunicación se caracteriza por ser escrito, breve, con emoticonos, gifs, jerga… con lo cual no están presentes ciertas claves importantes que proporcionan contexto, intencionalidad, matices al mensaje enviado como el tono de voz, el lenguaje no verbal… Esta ausencia de información proporcionada por estas claves da lugar a numerosos malentendidos, sobre todo cuando se juega con segundas intenciones, matices o el interlocutor tiene un contexto de información diferente del que nosotros pensamos, entre otros casos.
Hay muchos mensajes que son claros y no dan lugar a dudas, pero… cuando algo puede sonar mal… es probable que a la otra persona le suene mal si no dejamos claro la intención o el mensaje.
Incluso los intentos de “arreglar” un mensaje enviado pueden salirnos rana, ya que la otra persona se preguntará qué mensaje se ha eliminado y por qué.
La privacidad y las redes sociales
Otro de los temas candentes es el derecho a la privacidad que tiene cada uno respecto al uso en las redes sociales, ya que en ocasiones o bien se viola esa frontera vigilando el dispositivo del otro/a o bien se “fuerza” a enseñar las conversaciones ante un chantaje emocional. Una buena práctica consiste en acordar qué se comparte y qué no, bajo la base del derecho de cada uno a la privacidad y a ser merecedor de la confianza del otro/a.
Idealización de la relación en las redes sociales
También ocurre que, como en las redes se suele presentar una imagen idealizada, se genera una sensación de envidia o necesidad de alcanzar un estado como el que se nos presenta en los medios, sin darnos cuenta de que esa imagen no suele ser real y se ocultan los malos momentos o los simplemente “normales”. Y esto genera una necesidad de vivir sólo lo bueno y además de forma extrema y perfecta, con connotaciones negativas de lo que acontece en la mayoría del tiempo… Sólo es válido lo “genial” y lo “normal” es algo a evitar.
En este sentido, muchas parejas presentan una versión ideal de su relación, esperando que los demás la validen y refuercen, lo que desemboca en una actuación de cara al público y la constante necesidad de validación externa de algo tan íntimo, dejando de atender a lo importante: el vínculo, la intimidad, los proyectos y valores compartidos, etc.
Previniendo y afrontando problemas con las redes
A la hora de valorar el impacto de las redes sociales en la pareja, es recomendable respetar a la otra persona y su privacidad, acordar la presencia en las redes, hablar con sinceridad, confiar en el otro, comportarse en este medio de manera similar a en la vida real, clarificar los mensajes… Y sobre todo, centrarse en el fortalecimiento de la relación off line con honestidad y voluntad.
Cuando surgen problemas por el uso de las redes, es necesario hablarlo con sinceridad y respeto para encontrar cuál es el problema y las posibles soluciones, pero si la situación se enquista, la terapia de pareja es un contexto idóneo para poner en común los distintos sentires y acordar formas positivas y eficientes de abordarlo, de la mano de un profesional.
Espero que disfrutes de los beneficios de las redes, pero que no te dejes atrapar, porque lo importante está fuera.